El amor entre padres e hijos: una visión sistémica
Todos al nacer formamos parte de un sistema familiar que así mismo está formando parte de otros sistemas:
sociales, culturales, espirituales, etc. Es por ello que todos estamos interconectados y el actuar de unos tiene
repercusión en los otros. Así es que nada se pierde, todo se transforma y se resignifica en cada actuar. Un
sistema es un conjunto de elementos en interacción dinámica en función de una finalidad. (La teoría General
de Sistemas fue creada sobre 1940 por Bertalanffy como método que nos permite unir y organizar los
conocimientos con la intención de una mayor eficacia de acción)
Estamos ligados al pasado a través de la memoria de nuestras células, cada individuo es el final de una
pirámide de muchos seres humanos que han sido necesarios para su existencia. Cada nuevo vínculo enriquece
los sistemas donde interactúa y es responsable de sus acciones y de cómo éstas van a favor o en contra de las
leyes de la vida y de su núcleo social. Los sentimientos reprimidos propios o heredados se nos hacen
presentes a través de imágenes interiores consecuencia de creencias o sentencias heredadas de cómo son o
deben ser las cosas y cuando otros no piensan como nosotros, nos sentimos atacados y consecuentemente
nos defendemos atacando, huyendo o haciéndonos el muerto, o sea nos paralizamos.
El cómo llegar a cambiar un comportamiento impropio, precisa de nuestra mayor atención y presencia,
haciéndonos preguntas que nos lleven a dilucidar en primer lugar donde estoy como adulto frente a mi
interlocutor. Si mi atención está en la crítica referencia o sea estando atentos, desde el sentir y la observación
de lo que genera en el cuerpo lo que pasa. Si somos honestos y pacientes las respuestas se harán manifiestas
y la transformación será posible.
La Constelación Familiar es un método que facilita la visión del error que ha generado la disfunción y nos
permite, a través de representantes, el acompañamiento hasta incluir las experiencias que habíamos negado y
devolver así, el cauce natural de la energía Original, cuando eso ocurre la vida se resignifica y la persona
cambia y al hacerlo cambia su físico y forma de ver (LoVe) y en consecuencia cambia su Familia, sus relaciones
y toda su realidad.
La Constelación está al servicio de lo más grande y cuando se mira desde ahí todo empieza a encontrar
sentido, así cuando un hijo muere tempranamente, eso no tiene sentido para sus padres ya que se le supone
que los hijos nos sobreviven. Es entonces cuando a menudo a ese muerto no se le puede enterrar
(simbólicamente), generando así una exclusión al no aceptar el destino del finado.
Igual ocurre cuando una relación de matrimonio u otra se termina sin la comprensión amorosa de alguna de
sus partes y ese dolor que no podemos elaborar se convierte en un cortocircuito que va a limitar la libre
manifestación de la vida tal como ES.
Lo que ocurre es que ese penar no cesa en las personas que lo experimentan sino que se compensa a través
de otros miembros de la familia, porque no somos separados de todos, somos unidad y como tal nada se
puede entender excluido.
El sistema familiar es en sí mismo un organismo y como tal los distintos elementos que lo componen
interactúan entre ellos, se compensan, se perfeccionan y ahí donde se excluyó a alguien el campo completará
el faltante y para ello proveerá a los individuos que sean necesarios, generando nacimientos o atrayendo a la
familia los personajes que van a ultimar lo que no se pudo completar, dicho de otra manera lo que permitirá
terminar los movimientos interrumpidos.